Promueven el desarrollo de centrales geotermoeléctricas en Canarias como fuente de energía limpia más barata
La geotermia se distingue de otras renovables fundamentalmente por la incertidumbre asociada a la identificación del recurso geotérmico en la fase inicial de los proyectos. Sin embargo, una vez se ha encontrado el recurso y verificar que la explotación de este es técnica y económicamente viable y se ponga en marcha una central geotermoeléctrica, el coste de la electricidad generada es uno de los más competitivos de todas las renovables (LCOE entre 0,04 – 0,07 €/kWh) según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
Los Cabildos de Gran Canaria, La Palma y Tenerife promueven el desarrollo de la geotermia en sus islas.
Las tres Administraciones han solicitado 15 millones de euros para cada una al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.
Los Cabildos Insulares de Gran Canaria, La Palma y Tenerife han promovido recientemente la puesta en marcha de iniciativas públicas-privadas para impulsar el desarrollo de la geotermia convencional en estos tres ambientes insulares. Para ello han presentado solicitudes al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entidad dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, para la concesión de ayudas a estudios de viabilidad de proyectos de carácter innovador para el aprovechamiento de energía geotérmica profunda, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia –financiado por la Unión Europea-Nextgeneration EU- que cuenta con una partida presupuestaria de 15 millones de euros para cada una de las islas. Las ayudas del IDAE suponen un total de 120 millones con cargo a los fondos Next Generation y la mitad, 60 millones, se destinan a Canarias, a razón de 15 millones por isla.
El consejero de Innovación, Investigación y Desarrollo del Cabildo de Tenerife, Juan José Martínez; el consejero de Consejero de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento del Cabildo de Gran Canaria, Raúl García; el consejero de Hacienda, Recursos Humanos, Comercio, Formación, Empleo, Industria y Energía del Cabildo de La Palma, Fernando González; y el director del área de Medioambiente del Instituto Tecnológico de Energías Renovables y coordinador científico del Instituto Volcanológico de Canarias, Nemesio Pérez, explicaron hoy (lunes 25) las diferentes iniciativas que se han puesto en marcha.
Juan José Martínez ha señalado la importancia de investigar y explorar este recurso “que no sólo permitiría reducir el consumo de los combustibles fósiles sino que aportaría estabilidad al suministro del sistema de energías renovables”. Asimismo, explicó que Tenerife ha presentado proyectos por casi 100 millones de euros en el oeste, sur y sureste de la isla de la mano del ITER, Involcan y DISA y entiende que estos proyectos “ayudarán a la soberanía energética de la isla en un momento de emergencia y con amenaza de apagones”.
Por su parte, Nemesio Pérez señaló que desde 2017 los Cabildos de Gran Canaria, La Palma y Tenerife llevan apostando por el desarrollo de la geotermia convencional en Canarias, promoviendo y cofinanciando trabajos de investigación de exploración geotérmica de superficie en sus respectivas islas a través del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).
“Canarias es la única zona de España con recurso de alta entalpía y es necesario invertir. Venimos trabajando desde hace años en los estudios y ahora hay que compartir el riesgo del coste con las empresas privadas, que es muy alto en la fase de sondeo y muy bajo si se encuentra el recurso”. En ese sentido, Pérez defendió la geotermia porque es un recurso “renovable, sostenible, estable, disponible y flexible”, indicó.
Nemesio Pérez explicó que con anterioridad y a lo largo de 2023, las tres Corporaciones insulares han presentado también solicitudes al concurso del Gobierno de Canarias para la obtención de permisos de investigación relacionados con el desarrollo de la geotermia convencional en sus correspondientes islas a través de sus respectivas empresas públicas: Consejo Insular de la Energía de Gran Canaria (CIEGC); Sociedad de Promoción y Desarrollo económico y Social de La Palma (Sodepal); Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER).
Por su parte, Fernando González ha valorado que la energía geotérmica es “constante y gestionable” pues es una renovable que no se ve afectada por los fenómenos meteorológicos, y en el caso de La Palma, podría alcanzar una potencia instalada de 20 megawatios. En ese sentido, el Cabildo palmero concurre con proyectos valorados en unos 60 millones en las zonas de Mazo y Fuencaliente a través de Sodepal, el Consejo Insular de Aguas, la cooperativa de energía y la comunidad de aguas Canopalma.
Por su parte, Raúl García, destacó la “colaboración intensa con el Involcan para acompañar al Cabildo de Gran Canaria en el desarrollo de la geotermia, que coincide con el modelo de ecoisla que defiende el equipo de gobierno en busca de la soberanía energética a través de las renovables”. Por ello han presentado proyectos por importe de casi 31 millones en un arco comprendido entre Telde y Valsequillo, en el este de la isla, con una iniciativa público privada conformada por el Ente Público Empresarial Consejo Insular de la Energía, Canaluz Infinita, Ayagaures Medio Ambiente y Canary Islands Base, del Grupo Satocan.“Creemos que vamos a superar los desafíos técnicos y regulatorios y los proyectos estarán finalizados antes de que acabe 2026”, ha indicado, resaltando también que la geotermia es una “alternativa prometedora” para producir energía “limpia y abundante” y ayudar a la lucha contra el cambio climático.
Geotermia.-
La geotermia se define como “la energía almacenada en forma de calor bajo la superficie de la tierra sólida”.
Se trata de un recurso renovable y económico bajo nuestros pies que aprovecha las altas temperaturas de las capas internas de la Tierra para producir calor y electricidad de forma sostenible. Además, está disponible las 24 horas y tiene un rendimiento predecible.
La energía geotérmica opera continuamente para cumplir con el nivel mínimo de demanda de energía y puede adaptarse para satisfacer niveles variables de demanda de energía. Asimismo, la producción a partir de recursos geotérmicos sin explotar tiene el potencial de convertirse en un impulsor del desarrollo económico local.
Por otra parte, la geotermia es una energía versátil, cuyas múltiples aplicaciones se optimizan mediante usos en cascada de calor a temperaturas progresivamente más bajas. Finalmente, la huella ambiental geotérmica es mucho menor que la de otras fuentes de energía.
Los recursos geotérmicos se encuentran a profundidades diversas (desde cientos de metros a varios kilómetros) y pueden utilizarse para generar tanto energía térmica como eléctrica en función de la temperatura de los mismos. La geotermia profunda o de alta temperatura está asociada a anomalías térmicas de la corteza terrestre donde el gradiente geotérmico en lugar de ser el normal (30°C/km) es mucho más elevado (hasta 200 °C/km). Estas anomalías normalmente están principalmente vinculadas a áreas volcánicamente activas.
Una vez identificado el recurso geotérmico en profundidad, tras una investigación y exploración detallada del subsuelo, se procede a perforar hasta alcanzarlo. Se aprovecha mediante tecnologías maduras en centrales termoeléctricas en las cuales el vapor extraído se inyecta en una turbina para generar electricidad que se exporta a la red eléctrica aportando estabilidad al sistema eléctrico como carga base verde.
Al poder controlar en todo momento la producción del recurso geotérmico y ser centrales con un elevado factor de capacidad (por encima del 90%) la electricidad geotérmica se convierte en una gran aliada renovable del sistema eléctrico, papel que resulta especialmente estratégico en territorios insulares al poder actuar como respaldo renovable para el resto de renovables interrumpibles (fotovoltaica, eólica) y facilitar de esta forma la evolución de las islas hacia un mix energético 100% renovable.
La geotermia se distingue de otras renovables fundamentalmente por la incertidumbre asociada a la identificación del recurso geotérmico en la fase inicial de los proyectos. Sin embargo, una vez se ha encontrado el recurso y verificar que la explotación de este es técnica y económicamente viable y se ponga en marcha una central geotermoeléctrica, el coste de la electricidad generada es uno de los más competitivos de todas las renovables (LCOE entre 0,04 – 0,07 €/kWh) según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA). Estos dos factores diferenciales ponen de manifiesto la importancia de desarrollar mecanismos que faciliten la mitigación de este riesgo inicial existente, tal y como se ha hecho en otros países europeos en los cuales la geotermia se está implementando con éxito.
Geotermia en España y Canarias.-
El potencial geotérmico en España es similar o incluso superior al de países vecinos, pero en la actualidad España presenta un nivel nulo de desarrollo de la geoelectricidad mientras que Alemania, Francia y Portugal cuentan con una capacidad geotérmica instalada para generación eléctrica de 40, 16 y 29 MW respectivamente en 2021, en gran medida instalados en los territorios insulares de estos países.
Sin duda, en España, la región mejor posicionada para generar electricidad a partir de geotermia son las Islas Canarias dada la naturaleza volcánica de las mismas. Si bien las manifestaciones geotérmicas superficiales en Canarias no son tan evidentes como en otros sistemas volcánicos insulares activos a escala global, el archipiélago canario presenta un importante potencial geotérmico.
La investigación geotérmica en Canarias se encuentra un paso por delante en comparación con el resto de la investigación geotérmica en la península. Se ha desarrollado desde 2008 principalmente a través de proyectos de I+D+i que han sido liderados por el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) e Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) durante los últimos 15 años.
En el documento de visión de la Plataforma Española Tecnológica y de Innovación en Geotermia (GEOPLAT) publicado en 2010, se estimaba un potencial de generación eléctrica para Canarias en el horizonte 2020 de 255 MW de potencia instalada. El impacto de este desarrollo induciría beneficios energéticos al contribuir a descarbonizar el mix y a reducir los elevados costes energéticos extrapeninsulares. Además de inducir importantes beneficios medioambientales al sustituir a centrales eléctricas fósiles y, lo más relevante, induciría beneficios socioeconómicos en los territorios al efectuarse inversiones que implicarían la generación y el mantenimiento de empleos.